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Falleció Alberto Fujimori

Alberto Fujimori, ex presidente peruano (1990-2000), falleció el pasado miércoles 11 de septiembre. El abogado César Bazán Seminario nos da una mirada a su vida política.

El 11 de septiembre es un día clave para la historia del Sur Global. El 11 de septiembre de 1973, militares dieron un golpe de estado en Chile contra el gobierno de Salvador Allende. El 11 de septiembre del 2001, dos aviones comerciales tomados por talibanes fueron estrellados contra las torres gemelas en Estados Unidos. El 11 de septiembre de 2021 murió el líder de la sanguinaria organización terrorista peruana Sendero Luminoso, Abimael Guzmán. El 11 de septiembre de 2024, murió Alberto Fujimori, ex presidente del Perú entre los años 1990 y 2000.

Demasiados acontecimientos para un solo día. Demasiados acontecimientos para una sola persona. La vida política de Alberto Fujimori fue compleja. Sin embargo, intentaré resumir: Fujimori fue la cara visible del último gobierno autoritario del siglo XX que tuvo el Perú. Además, fue el líder de la transformación neoliberal de los noventas, que ha calado profundamente en la sociedad peruana; y es el referente principal para una modalidad tramposa y populista de hacer política, que también es aceptada por la sociedad peruana.

Con ocasión del fallecimiento de Alberto Fujimori, daré una mirada a su vida política.

Su llegada a la presidencia del Perú, 1990 

En el año 1990, el Perú vivía dos graves crisis. Por un lado, una galopante tasa de inflación que alcanzó un máximo de 400% al mes. Por otro lado, la guerra interna de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru contra el Estado, que alcanzó en los ochentas su pico máximo de muertos y violaciones de derechos humanos. En ese contexto, los partidos políticos estaban desprestigiados. Tan hundidos, que aún en el siglo XXI no han lograron a recuperar. En las elecciones para la municipalidad de Lima de 1989, ya se notó el desgaste de los partidos. Un outsider ganó las elecciones. Ese fue el antecedente, que llevó a que otro outsider Alberto Fujimori, un desconocido rector de la Universidad Nacional Agraria La Molina, ganara a la presidencia de la república, venciendo en segunda vuelta al escritor Mario Vargas Llosa y el empresariado que lo respaldaba.

En la presidencia, Fujimori implementó un proyecto económico neoliberal, cercano al consenso de Washington, que negó en campaña. En campaña Fujimori se había mostrado populista y de centro izquierda. çA menos de un mes de iniciado su gobierno, el 08 de agosto de 1990 incumplió una de sus promesas de campaña: su ministro de economía anunció en televisión un shock económico, una suerte de un ajuste drástico de precios. La frase “Que Dios nos ayude” entró a la historia del Perú. Ni los saqueos ni las protestas hicieron retroceder al gobierno. La clase media y las clases pobres fueron fuertemente golpeadas. Los ajustes neoliberales significaron también la venta de empresas públicas, el cierre de oficinas del Estado, con los consecuentes despidos masivos de alrededor de 200 000 trabajadores, a través de los llamados ceses colectivos.

De ese modo, se hicieron presentes dos rasgos de la cultura política, que caracterizaron a Fujimori: el incumplimiento de promesas y la implementación de una agenda neoliberal, que transformó a la sociedad peruana.

La lucha contra el terrorismo, el golpe de Estado y la Constitución de 1993

El gobierno de Alberto Fujimori cambió la estrategia antisubversiva. Dio mayor participación a las comunidades, que estaban cansadas de los abusos de Sendero. Sin embargo, el golpe más importante contra el terrorismo lo dio una unidad policial, que había sufrido acoso y amenazas del gobierno. El Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) capturó el 12 de septiembre de 1992, a Abimael Guzmán Reynoso, ideólogo y jefe de Sendero Luminoso.

En la estrategia antisubversiva cobró un lamentable protagonismo el asesinato selectivo. El Grupo Colina fue un destacamento paramilitar directamente vinculado al Servicio de Inteligencia Nacional y a Vladimiro Montesinos, que cometió masacres, secuestros y otros delitos, con el beneplácito de Alberto Fujimori.

El 05 de abril de 1992, el gobierno de Alberto Fujimori dio un golpe de Estado: cerró el congreso, destituyó jueces supremos y superiores del Poder Judicial e intervino el Poder Judicial, la Fiscalía, el Tribunal de Garantías Constitucionales, etc. Alberto Fujimori y sus aliados militares se convirtieron en los jefes de una dictadura, que gobernó sin parlamento. El desprestigio de la clase política era tal, que el golpe de Estado no generó grandes protestas ni exigencias masivas en defensa de la democracia.

Durante su gobierno, se persiguió a periodistas, militares y empresarios adversos, se intervino el Colegio de Abogados, etc. El secuestro del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer fueron hitos que representaron una estrategia fujimorista de la sociedad civil.

En los meses siguientes de 1992 y 1993, se discutió una nueva constitución. En medio de la dictadura, se convocó a un pequeño congreso constituyente sin representación indígena, sin grupos LGTBIQ. El borrador de constitución reflejó la propuesta económica de apertura de los mercados. A fines de 1993 se votó en referéndum y se aprobó con un margen pequeño y denuncias de fraude la nueva constitución, que nos acompaña hasta nuestros días. 

Las prácticas autoritarias, las pruebas de la corrupción y la elección para el tercer mandato

El gobierno de Alberto Fujimori se sostuvo durante más de una década, apoyándose en prácticas autoritarias de control de otros poderes del Estado y de la sociedad civil. Eso se vio en la intervención a los entes electorales, al consejo de la magistratura y a tantas otras entidades del Estado. Su estrategia de cooptación quedó grabada en videos, conocidos como Vladivideos.

En los Vladivideos, el asesor presidencial Vladimiro Montesinos, se grabó miles de horas de conversaciones con políticos, militares, funcionarios públicos, empresarios, dueños de medios de comunicación, personajes de farándula. En varios de esos videos se mostró cómo el asesor presidencial, le entregó grandes cantidades de dinero en efectivo, a cambio de favores para el gobierno. En otros videos se observa el control del gobierno sobre otros poderes del Estado, por ejemplo, Montesinos indicándole a autoridades qué es lo de deben hacer y hasta comunicándoles su separación del cargo.

El primer Vladivideo que se difundió precipitó la crisis del gobierno, en septiembre de 2000. En él se observó a Vladimiro Montesinos negociar con un congresista para que cambie de bancada y se una a la bancada de gobierno. Por esa acción, el congresista recibe más de 20 000 dólares en efectivo en el video.

Quizá uno de los casos más tenebrosos del gobierno de Alberto Fujimori fueron las esterilizaciones forzadas. Se calcula que cerca de 300 000 personas, la mayoría mujeres, fueron víctimas de una política de estado de esterilización forzada, que afectó especialmente a personas indígenas y de sectores rurales. Ellas fueron esterilizadas sin su consentimiento, cuando fueron atendidas en establecimientos médicos por otros temas.

Para el año 2000, la oposición contra el gobierno había crecido considerablemente. Sin embargo, ni la multitudinaria marcha de los cuatro suyos, ni la claridad de un fraude electoral, evitaron que Fujimori tomara posesión para su tercer período. Pero fue un período corto. El régimen se desmoronó con la difusión de los primeros Vladivideos y la fuga de Vladimiro Montesinos. En noviembre de 2000, Alberto Fujimori viajó a Brunéi y luego fugó al Japón, desde donde envió por fax su renuncia a la presidencia.

El Perú inició una transición a la democracia, que años más tarde fue desmontada. Pero eso es otra historia.

Extradición de Chile y juzgamiento en el Perú

En Japón, Alberto Fujimori estaba protegido de los juicios que se le abrieron en el Perú. Allá intentó sin éxito mejorar su posición y senador.

Al poco tiempo de iniciarse la campaña presidencial del 2006, Alberto Fujimori viajó a Chile. Ingresó al país y a las pocas horas fue intervenido por los carabineros, debido a que pesaban sobre él órdenes de detención. Desde el 2005 hasta el 2007, Fujimori estuvo en un proceso de extradición, que permitió que sea enviado a Perú, para ser juzgado por delitos, como homicidio, secuestro y corrupción.

En un extenso juicio histórico, Alberto Fujimori se hizo un poco de justicia para las víctimas. En el 2009, Alberto Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por violaciones a derechos humanos: las masacres de Barrios Altos y La Cantuta y por secuestro de un periodista y un empresario. Posteriormente, llegó la condena en el juicio por corrupción, en el que aceptó los cargos.

Durante el proceso y la condena, Alberto Fujimori estuvo detenido en una cárcel especial creada para él en una dependencia policial.

El indulto y la muerte 

La fuerza política del fujimorismo, llevó a que en más de una ocasión presidentes barajaran el indulto como una posibilidad. Fue en diciembre de 2017, que el presidente Pedro Pablo Kuczynski indultó a Fujimori. El indulto llegó en un momento, en que el fujimorismo presionaba fuertemente para que el presidente sea destituido de su cargo. El indulto fue parte de la negociación. Pero se quiso mostrar como un indulto humanitario debido a que Fujimori padecía una enfermedad terminal. Lo cual no era cierto.

La liberación de Fujimori vulneraba el derecho de las víctimas de Barrios Altos y La Cantuta. En consecuencia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó reevaluar el indulto y 10 meses después, un juez ordenó que Fujimori vuelva a la cárcel.

La situación de Alberto Fujimori no varió hasta diciembre de 2023. El Tribunal Constitucional, designado por un congreso con fuerte presencia fujimorista, revivió el indulto. A pesar de que el indulto significaba desacatar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Tribunal y el gobierno de Dina Boluarte liberaron a Alberto Fujimori.

Pocos meses después de salir de la cárcel, la situación de salud de Alberto Fujimori empeoró y el 11 de septiembre falleció una persona, que ha marcado la historia de nuestro país. La política y la sociedad peruana tiene punto de quiebre: un antes y un después de Fujimori.

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